Un cuento para explicar la diversidad funcional.

Desde Frydas queremos hacer activismo para que se entienda qué es diversidad funcional, en qué punto nos encontramos y a qué punto nos gustaría llegar. 

Sin embargo, el debate todavía a dos niveles muy diferentes, ya que nos encontramos con barreras ( además de las arquitectónicas) que nos dificultan mucho seguir, y es que hay quien todavía se pregunta, o duda, o desconfía, de los términos que utilizamos. 

DIVERSIDAD FUNCIONAL quiere decir que nos desenvolvemos de distintas maneras, muy diversas y en ningún caso, deberían ser excluyentes. Necesitar una silla de ruedas, no ver, no oír, convivir con alguna enfermedad mental o crónica... ¿ son motivos para alejar, para apartar, para decidir que se es menos válida o menos capacitada (minusválidos o discapacitados).

Afortunadamente esas palabras están siendo desterradas de nuestro vocabulario pero aún persisten en nuestro imaginario, aún hay gente,( que no convive con la diversidad a diario, claro), que cree normal utilizarlas. Pero aquí llegamos a nuestra parte favorita, la pregunta que más nos gusta hacernos a las Frydas: ¿qué es ser normal?. 

Si hay algún elemento que no facilita la convivencia entre las personas, el problema no reside en dicha persona, si no en el elemento. Si una amiga con silla de ruedas no puede entrar en una cafetería con vosotras, el problema no está en la silla, está en la entrada del bar. Si tu amiga con hipoacusia no puede disfrutar de esa película contigo, el problema no está en su audición, está en que en el cine, no hay subtítulos.

Como nos gusta mucho ayudar a entender, os dejamos con este cuento que explica todo lo anterior de forma sencilla, se llama Por cuatro esquinitas de nada: 

 Ade.